










El tema de la muerte fue muy recurrente en mis dibujos de esa época. De quince sicoanalistas que me trataron, cuarenta pensaban que era por el recuerdo de la muerte de mi padre cuando yo era niño. Pero luego opté por "contratar" otro sicoanalista, de terapia express, que me dijera que el tema de la muerte se debía a... a... aaaa... (en realidad nunca me lo dijo porque nunca le pagué...)



Ah... y el sexo. Ese otro tema fascinante. ¡Qué animal!